Te cuento un secreto: esa cebolla ácida y crujiente que ves en los restaurantes la puedes hacer en casa en sólo 10 minutos. La cebolla encurtida es muy fácil de hacer y aguanta siglos en la nevera. Úsala para ensaladas, tostas, pescados, tacos o con una hamburguesa. Le da un toque único a todo.
Ingredientes
- ½ cebolla morada o de otra variedad
- ½ volumen de vinagre (de vino, de manzana, de Jerez, de arroz…)
- ½ volumen de agua
- Sal y pimienta
- Azúcar, opcional, yo no le pongo
- Condimentos al gusto: laurel, orégano, tomillo, cayena, semillas de cilantro, hinojo, ajo…
Elaboración
- Corta la cebolla en juliana fina o usa una mandolina. Ponla en un bote o táper presionando un poco. Llena hasta la mitad con el vinagre o los vinagres que quieras y la otra mitad con agua.
- Echa una pizca de sal y 5-7 granos de pimienta.
- Método exprés: mete el tarro al microondas 2 minutos, luego deja enfriar y guarda en la nevera. La puedes usar al momento pero cogerá más sabor en un par de días.
- Método tradicional: hierve el vinagre junto con el agua y la sal. Luego échalo sobre la cebolla en el tarro, deja enfriar y guarda en la nevera. La puedes usar al momento pero cogerá más sabor en un par de días.
- Método lento: mezcla todo en frío y guarda en la nevera. Con este método mejor esperar 2 días para que la cebolla esté blandita y coja sabor.
Notas
- Con la misma receta puedes encurtir otras verduras como pepino, zanahoria o rábanos.