Pues bien, aprovechando que tenía un montón de fresas y el horno encendido he probado a hacer fresas asadas. ¿Queréis ver el resultado?
¡Tachán! Las fresas han quedado buenísimas, incluso mejor de lo que imaginaba. Las fresas se han reducido en tamaño, han soltado sus jugos y también han evaporado parte de su agua quedando todo con un sabor a fresa concentrado y delicioso.
Si las machacamos un poco con un tenedor o incluso con la batidora inmediatamente se convierten en una mermelada o compota, pero os aseguro que su sabor nada tiene que ver con una mermelada corriente, hacedlas al horno y me contáis que os parecen.
Les he sacado muchísimo partido a estas fresas asadas, las he utilizado para acompañar helados, una mousse o un yogurt; a cualquiera de ellos le ha añadido un toque muy rico, pero sobre todo no os perdáis la receta de la mousse de yogur con fresas asadas. ¡Está espectacular!
Como os he dicho podéis triturarlas o dejarlas tal cual, esto dependerá del uso que les queráis dar. Yo incluso las he congelado y salen perfectas. Me parecen un topping súper socorrido para realzar un postre sencillo como puede ser un yogur o una cuajada.
¿Os ha gustado esta receta? Espero vuestros comentarios y me encantaría ver el resultado. ¡Etiqueta a #shoothecook en tu foto de Instagram para que no me la pierda!
Pues bien, aprovechando que tenía un montón de fresas y el horno encendido he probado a hacer fresas asadas. ¿Queréis ver el resultado?
- 500 g de fresas maduras
- ¼ taza de miel
- Zumo de 1 limón
-
Lavamos y cortamos las fresas en cuartos. Las colocamos en una bandeja para horno y añadimos la miel por encima, removemos un poco y las metemos en el horno 180ºC con calor arriba y abajo durante 15’. Deja que se enfríen y luego las puede utilizar enteras o triturarlas un poco con la batidora para que queden con textura de compota.
-
Están riquísimas con helados, yogures, mousses o incluso en tostadas como una mermelada. También se puede congelar.
